Un secreto que desafía la racionalidad de una familia educada y que se buscó olvidar para siempre, es el corazón de este relato que se perfila como una de las sorpresas literarias del año. En un conversatorio con el exdirector editorial de Planeta y comunicador literario, Ignacio Iraola, la autora confesó que no busca un cambio de conciencia del lector sobre lo sobrenatural, si no “que este relato sirva como un espejo para que cada uno explore sus propias historias internas”. La obra, basado en hechos reales, mezcla misterio, memoria y superación, tejiendo un relato tan inverosímil como conmovedor. “Es una auto-ficción, mezcla de ficción con la propia historia personal, y está llena de personajes entrañables”, definió Iraola
Fafi Ricagno, abogada y politóloga argentina, explora una historia fantástica en su primer libro Que quede entre nosotros (PAM!), una obra basada en un auténtico paréntesis sobrenatural dentro de una vida de educación racional, incluso científica. En un conversatorio sobre esta obra que se perfila como una de las sorpresas literarias del año, el exdirector editorial de Planeta y comunicador e influencer literario Ignacio “Nacho” Iraola, la describió como “una obra de auto-ficción, mezcla de ficción con la propia historia personal, y está llena de personajes entrañables que son más que actores de reparto porque son pequeños protagonistas en sus partes del relato. Sorprende y emociona el contraste entre la vida culta de una familia educada con el episodio mágico de una maldición destructiva”.
Precisamente la historia de “Que quede entre nosotros” encierra una narrativa fascinante de hechos que literalmente entran en lo mágico, donde los recuerdos y los secretos familiares se entrelazan con elementos de misterio y superación.
Aunque parte de un hecho doloroso —la muerte de su padre—, la autora teje una historia sorprendente, llena de matices oníricos y reflexiones profundas sobre la memoria. Lo que cuenta Fafi Ricagno es un secreto familiar que se ocultó por años, que se trató de olvidar, porque resultaba tan doloroso como inverosímil para quien no forma parte de esa familia acomodada y muy educada que lo vivió sin poder creerlo del todo. Se trata de un hecho sobrenatural que ocurre en el norte bonaerense cuando Argentina comenzaba a percibir las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, y que hace entender con asombro la frase del inolvidable personaje Sherlock Holmes: “cuando has eliminado hasta lo imposible, lo que queda, por improbable que sea, debe ser la verdad”.
“Este libro es el reflejo de la buena memoria de la que soy víctima. Tras la muerte de mi padre, pensé que podía escribir un cuento, pero después entendí que era mucho más que eso. Lo más difícil de contar es que esa historia misteriosa y fantástica que vivió mi familia debía estar impregnada de elementos de mi vida con los que me crie: el amor y contención de mis padres, una educación privilegiada, libros y lecturas, amistades entrañables, un mundo erudito en el que cuesta explicar ciertos hechos. Es verdad que esta dualidad convierte el libro en una experiencia interesante, donde lo cotidiano se mezcla con lo extraordinario”, contó la autora en la charla con Iraola en la librería Naesqui, donde además confesó que el suyo “es un libro que invita a conectarse con lo profundo. No busco un cambio de conciencia del lector si no, que este relato sirva como un espejo para que cada uno explore sus propias historias internas”.
Ricagno es docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y fundó la organización Iniciativa Pollera Pantalón, que busca promover la participación de mujeres en espacios de decisión en el sector privado. Nacida y criada en una familia de clase media alta, trabajadora, rodeada de libros y contención, la autora se enfrentó a un episodio que movió los cimentos familiares y que no pudo relatar hasta la muerta de su padre, más de 30 años después, a manera de un auténtico exorcismo.
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