El plan consta de dos tipos de obras: por un lado, el bacheo con material negro en las calles que lo permiten, y por otro lado, trabajos de repavimentación a nuevo. Para realizar estos últimos se procede a romper la calle para volver a pavimentar de cero, lo que cuesta entre 15 y 25 millones de pesos por puntos. “Estas obras financiadas con fondos municipales son muy importantes para que los vecinos y vecinas de Hurlingham puedan transitar más cómodos y seguros”, expresó el intendente Selci.
“El Plan Integral de Bacheo sigue a toda marcha en cada barrio de Hurlingham, haciendo un trabajo profundo para que dure años y tengamos en nuestra ciudad lugares más transitables”, aseguró el intendente. Ni bien asumió la nueva gestión, cumplió con uno de sus compromisos: hacer las calles de Hurlingham más seguras y transitables. Por eso, realizó un relevamiento en el que se contabilizaron cerca de 500 baches de todo tipo, muchos de gran tamaño porque llevaban años sin arreglo.
Se decidió comenzar por las calles más transitadas y puntos neurálgicos, como Origone y Vergara o Pedro Díaz y Félix Frías. Pero pronto las cuadrillas llegaron al interior de los barrios, como en los trabajos alrededor de la plaza de Verdi y Malaspina en Barrio Luna. Solo en Pedro Díaz, se realizaron más de una quincena de puntos críticos. Otras calles con múltiples puntos de obra son avenidas como Vergara o Malarredo.
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