Con 119 bomberos activos, el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Hurlingham atiende las emergencias de todos los vecinos e, incluso, colabora con otros destacamentos. Su tarea abarca mucho más que el “apagar incendios” y se especializan en diversos rescates.
Los Bomberos de Hurlingham, que se encuentran, además, conmemorando su 50º aniversario, recibieron el Día del Bombero Voluntario con una cena entre compañeros, porque la solidaridad entre ellos también los distingue.
El Cuerpo está integrado por seis brigadas, la de rescate con cuerdas, la escuela de cadetes, la Brigada K9 que cuenta con 4 perros activos y uno en entrenamiento, la de buceo, la BREC que ubica víctimas atrapadas en estructuras, y la de materiales peligrosos.
A su vez, para una mejor organización, los Bomberos Voluntarios se dividen en Cuerpo Activo, Cuerpo Auxiliar, Cuerpo de Cadetes, Comisión Directiva y Cuerpo de Reserva. Todos ellos voluntarios que toman la tarea de ser bombero como un estilo de vida, pasando navidades, festejos, cenas y mucho más en el cuartel.
El sacrificio, la abnegación y el desinterés son las palabras que definen esta tarea que quienes se suman al cuerpo usan como guía de su actividad. Saben que corren riesgo, saben que quizás no vuelvan, pero día a día siguen apostando a ayudar a la gente, y aunque no asistan a una emergencia continúan con el trabajo desde dentro del cuartel para acondicionar el lugar que se transforma en su primera casa, y para corroborar que todos los equipos estén en correcto funcionamiento para cuando haya que utilizarlos.
El teléfono suena, se activa la alarma para alertar a los miembros, de inmediato se cambian, se protegen y salen preparados para asistir a quien los haya llamado. Porque no importa que día sea, la comunidad sabe que cuando llame al cuartel, siempre será atendido.