HURLINGHAM | Maestra se burló de un alumno por hacerse pis encima

Un episodio inédito se desencadenó en la Escuela Nº 27, de la localidad bonaerense de Hurlingham, a cuyas instalaciones no quiere regresar uno de sus alumnos, de 7 años. El motivo del pequeño es el tormento que padece tras recibir las burlas de una docente, que potenció las de sus compañeros, por orinarse encima luego de que su maestra no lo autorizara a ir al baño.

La increíble reacción de la autoridad, tratándolo de “meado”, tuvo lugar en el momento que formaban fila para retirarse de la entidad escolar, delante del resto del alumnado del nivel primario. Mientras el menor permanece en su vivienda y no asiste a clases, la dirección del colegio minimizó el particular hecho en un simple “chiste que hacemos los docentes”.

Restaban tan sólo 15 minutos para culminar la jornada de clases, el pasado miércoles 27 de septiembre, cuando el pequeño, de 7 años, le solicitó permiso a su maestra, de segundo grado, para dirigirse al baño. Sin embargo, su docente se lo negó y él no pudo aguantar más, humedeciendo su pantalón, sin recibir asistencia alguna.

Por si fuera poco, cuando los niños de la Escuela Nº 27 Juan Manuel de Rosas, de Hurlingham, se organizaban por curso para abandonar el recinto, otra profesional educativa emitió una desatinada expresión.“Pobre la señorita de segundo grado que tiene un meado”, manifestó la docente que tomó el micrófono para ordenar la salida de cada grado, desencadenando las cargadas de los propios compañeros del niño.

Sin embargo, semejante situación fue omitida por la autoridad a cargo de la enseñanza del menor cuando le comunicó a la madre de este que “el nene tuvo un accidente. Se hizo pis encima”, recordó Yésica. No obstante, “cuando llegamos a casa, mi hijo mayor -de 9 años- me contó: ‘¿Sabés, mami, que la maestra de tercero dijo por micrófono que la señorita de segundo tiene un meado?’”.

Por lo tanto, la joven se comunicó con los padres de los estudiantes del mismo curso, quienes le ratificaron el testimonio del niño, quien concurre a cuarto grado y fue víctima de golpes por otros alumnos, quienes también sometieron a su hermano, ahora burlado por una docente. En aquella ocasión, los propios directivos respondieron a los pedidos de soluciones de los padres, que, “si no les gusta, se pueden buscar otra escuela”.

Ante este nuevo suceso, el pequeño damnificado recibió una carta de la dirección escolar, la cual justificó la desubicación en que “los docentes solemos hacer estos chistes”. Una excusa que no conformó a Yésica ni a su hijo, quien no desea regresar a la escuela por el temor a ser víctima de bullying, y por lo tanto la mujer exigió que “hagan algo. No le pidieron disculpas al nene y tendrían que hacerlo público, frente a todos los alumnos, como cuando se burlaron de él”

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