Un restaurante, ubicado sobre la calle Isabel la Católica al 900, en pleno centro de Hurlingham, viene disponiendo desde hace varios meses del espacio público a su antojo. Los empleados son los encargados de delimitar con sillas los límites del “estacionamiento prohibido” sobre el frente del local. Para colmo de males, los miembros del personal se sienten dueños de la calle.
La denuncia llegó al Whatsapp de Oeste Noticias. Vecinos del lugar afirman que este no es el único negocio que prohíbe el estacionamiento de los vehículos en la vía pública y exigen respuestas.
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