En Morón, tanto el peronismo como Unidad Ciudadana desestiman la candidatura de Lucas Ghi para impulsar al preferido de Cristina Kirchner, Hernán Solito. A la par, Gabriel Barquero se posiciona como el predilecto de los intendentes de regionales.
Lejos de avanzar a partir de la reciente estrategia compartida entre kirchneristas y massistas, Nuevo Encuentro queda arrinconado bajo la presión del PJ local, que marcha tras la figura de Hernán Solito. Este último, además, cuenta con el visto bueno de Cristina Kirchner, quien avala su candidatura a intendente de Morón.
En estas horas, las decisiones tomadas por la cúpula de Unidad Ciudadana tiene desconcertados a los referentes del Sabbatellismo, es decir Martín Sabbatella, quien se encuentra procesado por malversación de fondos; y su hermano Hernán, quien ya perdió ante Cambiemos la elección del distrito.
De igual modo, siguen perdidos su ex jefe de prensa, Diego Spina, señalado por acomodar barrabravas y militantes en el Hospital Posadas; y por último el delfín Lucas Ghi, a quien no le queda más que dar de baja su lista por falta de apoyo, o chocar de lleno contra el aparato justicialista en las PASO.
Es que el fiel alumno de Sabbatella tiene disconformes a los intendentes regionales, quienes impulsan la candidatura de Solito. O, en segunda instancia, prefieren una figura como la de Gabriel Barquero, quien hace las veces del “Pichetto local” al posicionarse astutamente entre las líneas peronistas a partir del diálogo, bien aislado de las acusaciones que recaen sobre el clan Sabbatella.
Por todo ello, en este momento Nuevo Encuentro está en la encrucijada de tener que acatar lo que le es impuesto, o de subsistir por cuenta propia sobre la base de arreglos indirectos, como en el caso de la UOM Morón, aunque ya sin la legitimidad que puede brindar la cúpula.