Hurlingham: Pami rescindió el contrato con el Sagrado Corazón y trasladó a sus pacientes

En una decisión sin precedentes, el subdirector nacional de PAMI y ex presidente del Concejo Deliberante de Hurlingham rescindió el contrato de la obra social con la clínica “Sagrado Corazón”. Los pacientes de PAMI están siendo trasladados a otras instituciones.

“Estoy en la clínica Sagrado Corazón para anunciar que PAMI rescinde a partir de este momento su contrato con ellos. Ahora estamos supervisando el traslado de los pacientes de nuestra obra social hacia otras instituciones. Ningún afiliado de PAMI volverá a atenderse aquí.” Con esta declaración, Martín Rodríguez,  actual subdirector nacional de PAMI- cortó el vínculo de años entre la obra social y la polémica institución, que es llamada “Camino al cielo” por los vecinos a causa de su pésima atención médica.

A partir de esta decisión histórica, los afiliados de PAMI ya no estarán condenados a atenderse en la temible “Sagrado Corazón”, que por ser la única prestataria de la zona concentraba miles de pacientes de Hurlingham todos los años, a los que atendía siempre de la peor manera.

Por la mañana, Martín Rodríguez se apersonó en la clínica para supervisar el operativo de traslado de los pacientes de PAMI hacia otros establecimientos. Según informaron desde el organismo, la decisión se tomó en base a dos auditorías que Rodríguez ordenó casi desde el momento mismo de asumir. En enero pasado se labró una primera auditoría médica en la “Sagrado Corazón”. Un equipo especializado analizó el servicio de terapia intensiva, enfermería, farmacia, insumos, internación y laboratorio, entre otros índices. La “Sagrado Corazón” mostró una tasa de cumplimiento de sólo 2,6 puntos sobre 10. El puntaje más bajo entre todas las clínicas de la provincia de Buenos Aires. Se sabía que la “Sagrado Corazón” era una mala clínica; la nueva gestión de PAMI demostró que era la peor.

A partir de ese resultado, el 31 de marzo Martín Rodríguez anunció la instalación de un Centro Comunitario PAMI en la clínica, para auditar el funcionamiento desde adentro y día a día con médicos y abogados propios. El resultado de esta segunda auditoría confirmó lo previsto: falta de personal, carencia de insumos mínimos, higiene defectuosa, nula relación médico-paciente y extrema precarización laboral.

Foto gentileza: La Hora de Hurlingham

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