El gobierno nacional autorizó hoy a las iglesias a abrir sus puertas para prestar asistencia espiritual a los fieles y propiciar los rezos individuales, después de más de 50 días de restricciones absolutas que se habían impuesto con la cuarentena dispuesta para prevenir el coronavirus. Por el momento, siguen prohibidas las misas.
La decisión fue comunicada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero , en un encuentro que mantuvo, en la Casa Rosada, con las máximas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina: el presidente, Oscar Ojea ; el vicepresidente, Mario Poli , y el secretario general, Carlos Malfa. De la reunión también participaron el canciller Felipe Solá y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri .
“Estas serían las primeras prácticas de fe que podrían permitirse en las iglesias y templos de nuestro país. Asimismo, las autoridades comenzaron a desarrollar un trabajo conjunto para accionar los protocolos de salud que deberán implementarse una vez que se reanuden los servicios religiosos en toda la Argentina, priorizando la seguridad sanitaria de todos los asistentes”, informó la Jefatura de Gabinete , por medio de un comunicado.
En el Gobierno se mostraron conformes con la reacción de los obispos. “Son comprensivos. Saben que no podemos avanzar y autorizar de forma repentina las misas. Más que reclamar, nos preguntaron cuál era el plan para que puedan ir retomando sus actividades”, detalló un vocero de la Casa Rosada.
La reunión fue convocada para analizar la situación que están atravesando los barrios populares en el marco de la pandemia. Cafiero y los referentes religiosos conversaron acerca del trabajo que está realizando la Iglesia Católica en villas y asentamientos precarios de todo el país. En ese sentido, tanto los funcionarios como los representantes de la Iglesia destacaron el trabajo coordinado con municipios y organizaciones sociales.