Los choferes de la Línea 216 Claudio Gabriel Beltrán y Pablo Martín Chanqueo son juzgados por “doble homicidio culposo y lesiones”. Ambos corrían una “carrera” y colisionaron con una moto en la que iban una pareja de novios y otro chico.
El 14 de julio de 2012, tres jóvenes que iban en una moto fueron atropellados por uno de los dos colectivos de la línea 216, en una zona conocida como la curva de la ruta provincial 1003, a la altura de la localidad de Pontevedra. Los novios Rocío Da Silva (15 años) y Paulo Andrés Silvestro (17) fallecieron en el acto, mientras que el otro chico, Gonzalo Torres (14) sufrió heridas de gravedad, pero sobrevivió para contarlo.
Por estos días, en los Tribunales de Morón se está desarrollando el juicio contra los choferes Claudio Gabriel Beltrán y Pablo Martín Chanqueo, ambos imputados por “doble homicidio culposo y lesiones”, en un proceso en los que familiares de la víctima de este siniestro vial esperan que se aplique “una condena ejemplar”, en el fallo que se dará a conocer el próximo jueves.
Hasta aquí se han desarrollado tres jornadas del debate ante el Juzgado en lo Correccional Nro. 4 de Morón, a cargo de Luis Barandot, en que declararon los familiares de Rocío y Paulo y fundamentalmente Gonzalo Torres, quien dio detalles de lo sucedido, al convertirse en el testigo clave, dando cuenta de una “carrera” entre los dos colectivos, que se dirigían a la terminal y sin pasajeros ocupando los dos carriles de la ruta 1003, en esa curva ubicada en las cercanías del cementerio Santa Mónica del partido de Merlo. La unidad que impactó a la moto, que manejaba Silvestro, era la conducida por Beltrán, mientras la otra, al mando de Chanqueo, escapó del lugar.
También brindaron su testimonio los representantes de la empresa de la línea 216, algunos peritos (que difirieron en la velocidad en que iban los colectivos, afirmando que era de 49 kilómetros por hora, cuando una complementaria, efectuada por Gendarmería apuntó que iba a 61 km/h) y oficiales de la comisaría de Pontevedra, quienes cometieron algunas irregularidades en la instrucción del caso, tal lo denunciado por los familiares de las víctimas.
Mientras aguardan por el veredicto, previsto para este jueves, tras los alegatos del fiscal Leonardo Lencini y el letrado defensor de los imputados (ya que los abogados que representaban a ambos querellantes renunciaron de manera sorpresiva, pocos días antes del juicio), las familias Da Silva y Silvestro pretenden que “se haga justicia y los condenen.Tenemos muchas sospechas por las cosas que vinieron pasando, como pretendieron tapar todo e inclusive queriendo culpar a los chicos, que son las víctimas de todo esto”.
Una salida de compras
“Ellos habían salido a comprar, venían los tres en la moto por la ruta 1003 y aparecieron estos dos colectivos a mucha velocidad, como corriendo picadas, uno se pasó de carril y los llevaron por delante. Rocío murió en el acto, Paulo cuando lo llevaban para que lo atiendan los médicos y Gonzalo quedó muy grave, internado en el Hospital Héroes de Malvinas de Merlo, pero logró sobrevivir para contarlo. De otra manera, todo habría quedado en la nada, pero luchamos juntos para que se sepa la verdad, que son víctimas de lo ocurrido y queremos que haya justicia”, señalaron Adriana Carranza, madre del joven, y Romina Da Silva, hermana de la chica, a pocos días de conocerse el fallo de este juicio por este siniestro vial, que es recordado con una estrella amarilla pintada en el lugar.