La Ruta Provincial N° 4, arteria clave que une El palomar y Tres de Febrero, se encuentra en un alarmante estado de abandono. Lo que alguna vez fue pensado como una vía estratégica para mejorar la conexión entre ambos distritos, hoy presenta un paisaje desolador: automóviles robados y calcinados, pastizales crecidos sin mantenimiento que obstaculizan la visibilidad, luminarias públicas apagadas y una calzada que colapsa cada vez que llueve intensamente.
Vecinos y automovilistas aseguran a Oeste Noticias que, los días de tormenta, el tránsito se vuelve imposible por la acumulación de agua, que transforma la ruta en un verdadero canal. “No se puede pasar. Se inunda todo y la zona es casi imposible de transitar. Si tenés una urgencia, olvidate”, exclamo Carla Gómez, vecina de El Palomar.
A la problemática estructural se suma una creciente preocupación por la inseguridad. La oscuridad de la zona y la falta de patrullaje convierten a esta ruta en terreno fértil para la comisión de delitos. Robos a mano armada, arrebatos y hasta persecuciones que terminan en fugas por los múltiples accesos sin control son moneda corriente. “Los delincuentes usan la ruta para escapar. Como no hay controles ni cámaras, desaparecen rápido”.
La falta de mantenimiento y la desidia provincial en una ruta de tanta importancia no solo afecta la movilidad, sino que pone en riesgo la vida de quienes la transitan a diario. Los vecinos exigen respuestas urgentes a las autoridades provinciales para devolverle al famoso Camino de Cintura el rol estratégico que supo tener y evitar que continúe siendo tierra de nadie.