El hecho ocurrió en la madrugada del viernes pasado en una vivienda ubicada sobre la calle Argentina al 5400. Alrededor de las 08:00, personal del Comando Patrullas Sur acudió al lugar tras una llamada al 911. Allí se entrevistaron con J.C.F., de 52 años, quien declaró que dos hombres encapuchados y armados irrumpieron en su hogar, lo golpearon y luego se dirigieron a la habitación donde se encontraba su pareja, J.F.C., a quien atacaron a tiros.
La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Ballestrini, donde se confirmó que presentaba heridas de arma de fuego en la zona de la oreja y el homóplato. Su estado de salud es reservado, a la espera de evolución tras ser intervenida quirúrgicamente.
Lo que en un principio fue caratulado como un robo con lesiones, cambió radicalmente tras el inicio de las investigaciones a cargo de la DDI La Matanza y por orden del fiscal J.L.M. de la UFI N° 13. Según se desprende del parte oficial, el relato del hombre presentaba notorias contradicciones. Dijo haber sido sorprendido mientras dormía por dos delincuentes que habrían ingresado por el balcón, sin embargo, las cámaras de seguridad sólo registraron el ingreso de la pareja al domicilio a las 06:00, sin movimientos posteriores hasta la llegada del patrullero.
Además, no se hallaron signos de ingreso forzado ni rastros en la terraza lindera por la que supuestamente accedieron los atacantes. Llamativamente, en la comunicación al 911, J.C.F. mencionó que su esposa tenía “dos disparos en la cabeza”, pese a que, según su propio relato, se habría desmayado y no presenciado el ataque.
Frente a estas incongruencias, el fiscal actuante ordenó su inmediata aprehensión y el inicio de una causa por homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa.
El caso dio un giro aún más inquietante en las últimas horas, cuando familiares del detenido, mientras limpiaban la vivienda, encontraron un arma de fuego y un par de guantes escondidos debajo de la cocina. Personal de la DDI junto a efectivos de Policía Científica se dirigieron al lugar y secuestraron un revólver calibre .38 con tres vainas servidas y dos proyectiles intactos, además de dos guantes de nitrilo de distintos colores.
La fiscalía ordenó pericias balísticas y un dermotest al imputado. Asimismo, se aguarda el informe médico legal que determine si el hombre presenta lesiones compatibles con la supuesta agresión que denunció haber sufrido.
La causa sigue en investigación mientras la víctima continúa en estado delicado. El episodio reaviva el debate en torno a la violencia de género y el rol crucial de las pericias en el esclarecimiento de hechos donde la palabra del victimario intenta desviar el curso de la verdad.
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