El hecho se produjo en la tarde del miércoles en la intersección de Cristiania y Lavadero, correspondiente a una de las esquinas de la Plaza Atalaya.
Según el relato de testigos, a Diario Popular, uno de los patrulleros venía a “más de 100 kilómetros por hora” y se incrustó en un local de Rapipago, mientras que el otro quedó en en medio de la calle.
Aún no trascendieron los motivos que hicieron que el vehículo policial circulara a alta velocidad por una zona caracterizada por la gran cantidad de movimiento de personas.
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