Los chicos tailandeses rescatados de la cueva estarán en la fiesta de apertura de los Juegos Olímpicos en Buenos Aires

Durante más de dos semanas, el mundo siguió a través de una pantalla de TV lo que ocurría con doce chicos, de entre 11 y 16 años, que habían quedado atrapados en una cueva del norte de Tailandia junto a su entrenador del equipo de fútbol Los Jabalíes Salvajes.

Aunque algunos todavía están bajo tratamiento psicológico, los chicos son los invitados de honor del Comité Olímpico Internacional (COI) en los Juegos Olímpicos de la Juventud y por eso estarán en la ceremonia de apertura de este sábado en Buenos Aires.

Aunque salieron de Bangkok el jueves a la mañana y se esperaba que llegaran al país a la noche, complicaciones en el vuelo provocaron este retraso. Quedaron varados en Brasil y se espera que arriben a la Ciudad en las próximas horas.

Pese a los contratiempos, los Jabalíes Salvajes se darán un gusto: estarán en la ceremonia inaugural que se realizará en el Obelisco, este sábado desde las 20 -dos horas antes comenzarán los espectáculos en la 9 de Julio–.

El plan del COI, igualmente, tiene como objetivo fundamental el cuidado extremo de los chicos. A raíz de eso, no estarán expuestos ni tendrán demasiado contacto con otras personas. Lo que sí anticipó Thomas Bach, presidente del organismo, fue que vivirán en la Villa Olímpica.

“Pedimos permiso a la delegación de Tailandia y estuvieron de acuerdo en que se alojen con la delegación de atletas de su país en la Villa Olímpica”, explicó Bach. “El espíritu que se vive allí les servirá para superar el trance“, añadió.

Este es el primer viaje al exterior de los chicos, que tras su paso por Argentina irán a Estados Unidos. En Nueva York, los jóvenes participarán en un homenaje a los rescatistas y en Los Angeles visitarán a una comunidad tailandesa local.

Los chicos y el entrenador, de 25 años, quedaron atrapados en la cueva de Tham Luang el 23 de junio tras completar un entrenamiento de fútbol. Una súbita tormenta inundó el camino de salida de la gruta y no pudieron salir.

Los 13 estuvieron nueve días perdidos y sin alimentos hasta que los encontraron a cuatro kilómetros de la entrada, el 2 de julio, y finalmente fueron rescatados en tres días: el 8 de julio salieron cuatro; el 9, otros cuatro; y el martes 10, los cinco restantes.

Los equipos de búsqueda y rescate, en los que participaron más de mil personas, los sedaron y transportaron en camillas y bajo el agua en los tramos inundados hasta la boca de salida de la caverna.

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